porque no puedo perder peso


Si has probado más de una dieta, pasas horas y horas entrenando en el gimnasio y ves que sigues en la casilla de salida, es posible que haya algún dato dentro de la fórmula que no sea correcto. Los expertos en fitness de los gimnasios Virgin Active nos recuerdan tres claves imprescindibles que debemos cumplir a rajatabla si lo que queremos es deshacernos de los kilos de más.




"Hay diferentes aspectos a tener en cuenta, pero, sobre todo, lo importante es aprender a reflexionar sobre qué estamos haciendo mal para ser capaces de dar un último empujón a nuestro cambio de hábitos. Por supuesto, es importante dejar claro que estos son conceptos básicos que no son válidos para personas que sufran algún tipo de patología relacionada con el sistema endocrino o cualquier otra dolencia", apunta el experto en fitness Alex Guardiola. Si no es tu caso, en tu mano está poner remedio a esos malos hábitos que no te dejan perder peso.

¡Muévete todos los días!

El ritmo de vida que llevemos es una de las bases para nuestra mejora. Si tu día a día es muy sedentario, con cualquier pequeño cambio que generes en tu rutina va a hacer que notes la diferencia. Un ejemplo claro es simplemente bajarte del metro una parada antes y ver cada subida en ascensor como una oportunidad para activar tu cuerpo.
Si llevas tiempo entrenando y ves que te has estancado, muy posiblemente haya llegado el momento de cambiar tu plan de entrenamiento, introduce nuevos desafíos y sistemas de entrenamiento que generen un estímulo realmente efectivo. Para poder llevar este cambio a cabo existen multitud de opciones por las que decantarse, pudiendo aplicar entrenamientos metabólicos, introducir series de fuerza en el plan de entrenamiento o aumentando la cantidad de tiempo que dedicamos al entrenamiento cardiovascular.

¿Sabías que dormir poco engorda?

Puede que te sorprenda pero el descanso tiene la misma importancia que los demás elementos de los que estamos hablando. Si descansas de manera efectiva entre unas 7 y 8 horas diarias, harás que tu cuerpo funcione de manera más eficiente. Por el contrario, si no descansas lo que tu cuerpo te demanda, se desencadenarán una serie de procesos que pueden frenar la pérdida de peso. Para hacernos una idea de la importancia que el sueño tiene en nuestro peso, un estudio del Centro de Investigación Biomédica sobre la obesidad y la nutrición considera que por cada hora adicional de sueño reduciríamos hasta un 36% el riesgo de sobrepeso.

¡Cambia tu dieta!

Generar unos hábitos nutricionales saludables es fundamental para ver una reacción en tu cuerpo. Mantener un número de comidas regular y una ingesta de hidratos de carbono, proteínas y grasas equilibrada, harán que bajar de peso sea cuestión tiempo y constancia. Además, es muy importante no dejarse llevar por dietas de moda que ponen en riesgo la salud y nos exponen al efecto rebote. Recuerda que comer 5 veces al día es clave para que el cuerpo siempre esté alimentado y no necesite generar reservas. Si comemos cada 3 ó 4 horas haremos que nuestro metabolismo funcione correctamente.
En función de nuestra edad, estatura, la frecuencia e intensidad con la que realizamos deporte, etcétera, deberemos establecer un plan nutricional personalizado. Conocer tu peso ideal y las calorías diarias recomendadas es un primer paso para comenzar.
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Porque Cuesta Perder Peso


Enfadarte con la báscula no sirve para nada. Y tampoco sirve que te autocastigues sin comer o comiendo cosas que no te resultan atractivas. A veces, sólo necesistas un poco de fuerza de voluntad para corregir los hábitos que no te vienen bien. Te contamos los seis errores que hacen que no consigas perder peso. 

1. Bebes alcohol con frecuencia. Sí, lo sabemos, no todo va a ser pavo, piña y lechuga. Pero si a pesar de ese régimen tan estricto sigues bebiendo cañas y alguna copa por las noches, adelgazar se te hará cuesta arriba. Para muchas personas beber funciona como un efecto dominó. Es decir, beben, sus inhibiciones bajan y su apetito se dispara. También llega la euforia y la creencia de tener el 'superpoder' de comer y no engordar. Este efecto, sumado a las calorías vacías que aporta el alcohol se traduce en un desequilibrio de la dieta. Además, es muy fácil subestimar la cantidad que uno bebe. En cuanto empieces a llevar la cuenta identificarás muy rápido el agujero por donde se escapa todo el esfuerzo para perder peso. La buena noticia es que al cortar la ingesta de alcohol los resultados son muy rápidos. Una cantidad moderada sería beber una noche a la semana y marcarse un máximo de dos copas.  

2. Te has quitado todas las grasas, incluidas "las buenas". Con tantas advertencias en contra del consumo de grasa, muchas personas han desarrollado cierta fobia y no quieren comer ni siquiera grasas de buena calidad como las que contiene el aguacate o el aceite de oliva virgen extra. Sin embargo, consumir grasas saludables es una estrategia inteligente para perder peso, luchar contra la inflamación (uno de los primeros signos de envejecimiento), y mantener la piel lustrosa.
Las grasas de origen vegetal tienen además otro beneficio: te mantienen más tiempo saciada y sin hambre, por lo que retardan el apetito. También tienen la capacidad de acelerar el metabolismo. Pero todavía hay una ventaja más, las grasas buenas tienen un alto poder antioxidante que se relaciona con la delgadez, incluso cuando se sigue consumiendo el mismo número de calorías. No es buena idea seguir una dieta con cero contenido de grasas.  

3. Te saltas las comidas. Tu entusiasmo por perder kilos es tan grande que te olvidas de comer. Pero pasar muchas horas sin comer es contraproducente para el objetivo de perder peso. Lo primero es que quemarás menos calorías para compensar la falta de alimentos, pues el organismo interpretará que, ante la hambruna. su deber es acumular, y en realidad tu objetivo es eliminar.
Lo segundo es que si pasas todo el día sin comer aumentarán las probabilidades de darte un atracón en la cena. Varios estudios han demostrado que no solo es importante lo que se come sino cuándo se come. Una regla fácil es comer la mayor cantidad de comida en las horas de más actividad y comer menos en los momentos más pasivos. Es importante que no dejes pasar más de cuatro o cinco horas sin probar bocado.  

4. Comes toneladas de alimentos "saludables" (sin vigilar el tamaño de las raciones). Muchas personas se sienten muy a gusto comiendo alimentos con buena reputación, por ejemplo, aguacates, lentejas, granos integrales, quinoa … lo que hace que acaben comiendo demasiado. Las raciones muy grandes de cualquier alimento te harán ganar peso, aún cuando sean sanos, integrales y, por cierto, carísimos.  

5. Solo consumes productos "de dieta". Atiborrarse a productos dietéticos no es una buena idea. Están repletos de aditivos y conservantes imposibles de pronunciar, y según el testimonio de muchos consumidores, ni siquiera son satisfactorios para reducir el apetito, pues después de comerlos la gente sigue pensando en comer otras cosas, y de hecho es lo que casi siempre acaban haciendo. Como resultado, se ingieren muchas más calorías que las que se consumen comiendo productos naturales. Un estudio realizado en 2010 encontró que se queman casi un 50% más de calorías metabolizando alimentos integrales que procesados. Así, es mejor cambiar los alimentos de dieta por alimentos frescos e integrales.

6. Practicas poco entrenamiento cardio y muchas abdominales. Tu problema está en la tripa. El tuyo y el de muchas. Por eso te concentras en hacer 40, 60, 80 abdominales o las que el cuerpo aguante. Como resultado tu tripa, lejos de desaparecer, sigue en su sitio ahora un poco más endurecida y difícil de disimular. El error es que no combinas tus esfuerzos de tonificación con un entrenamiento cardiovascular (pueden ser varias sesiones de spinning, elíptica, o running por semana) que te ayuden a perder peso y quemar grasa con más eficacia. No hay que olvidarse de construir músculo porque, a mayor masas muscular, más rápido será tu metabolismo. Eso sí, para quemar grasa, hay que sudar y hay que sufrir. Así que corre o súbete a la bici y para de hacer abdominales como una posesa.

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Porque perder peso




Escuchamos todo el tiempo que perder peso ayuda a que nuestra salud no decaiga. Sin embargo el no ganarlo de vuelta es una lucha a la que debemos enfrentarnos todos los días.

Por esto es importante que seamos consientes que aunque ganar unos cuantos kilos de más no genera ningún impacto negativo en nosotros, la acumulación de grasa en nuestro organismo puede comenzar a afectar seriamente nuestros órganos.
Te has preguntado alguna vez, ¿por qué disminuir el peso es importante? Hoy en este post te mencionaremos algunas de esas grandes razones por las que es importante más que perderlo, no ganarlo.



Las cinco razones que debes saber




Estas son algunas de las razones por las que médicos, científicos, nutricionistas y preparadores físicos recomiendan siempre bajar de peso o mantener un peso ideal.

  1. Aumentar de peso pone en riesgo tu salud, aunque eso ya lo sabemos, es cierto que los daños causados pueden ser en algunos casos irreversibles.
Niños y adultos actualmente están padeciendo enfermedades a edades en las que no deberían aparecer.
Nuestra primer razón de por qué eliminar grasa es importante es justamente por las enfermedades graves.

  1. Daños psicológicos y autoestima: Se ha comprobado que las personas que tienen problemas con el sobrepeso, también muestran tener fallos en su autoestima y en cuestiones psicológicas como lo son los cuadros de ansiedad y la depresión.
Estos tres factores juntos desencadenan múltiples problemas a las personas debido a que afectan su integridad física y mental y porque además los problemas de ansiedad y depresión causan un círculo vicioso que puede llevar a la muerte.

  1. Muerte: Una de las razones más importantes de por qué bajar de peso es importante es justamente el riesgo de muerte.
Cuando se tienen problemas de sobrepeso el riesgo de muerte es mucho mayor que en cualquier otra persona.
El sobrepeso, la grasa contenida en especial en las arterias puede provocar que la persona sufra un infarto de forma letal.

  1. Movilidad: Las personas que ganan peso pierden poco a poco la capacidad de moverse y desplazarse por sus propios medios.
Al ganar peso aumentan los depósitos de grasas que impiden que las extremidades puedan soportar el peso, como resultado se vuelve doloroso el solo hecho de caminar, sumado a que afecta la respiración.

  1. Vida social y ocio: Las personas con sobrepeso no pueden llevar una vida totalmente normal.
Una de estas razones se debe a que no pueden realizar las tareas de siempre, no pueden montar en bicicleta o realizar algún tipo de actividad al aire libre.
Por tanto como todo está conectado, el estilo de vida que una persona lleva, se pierde cuando gana peso, además de los muchos otros problemas que ya hemos mencionado.


Espero que estas cinco razones de por qué adelgazar es importante, te permitan ser más consciente y constante a la hora de llevar rutinas de alimentación y de ejercicio.

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